31ª Historias y leyendas…Villafranca en el Viejo Camino de Santiago

31ª Historias y Leyendas El Viejo Camino de Santiago en la provincia de León.
             
 Rosa Fadón y Rafael Cid

De Cacabelos a San Fiz llegamos a nuestro final feliz
Los peregrinos encontrarán historias y leyendas por todo el Camino de Santiago.

31 Villafranca

Para ver más cómodamente el artículo pinchad aquí.

En
Cacabelos madrugamos para seguir el Camino, no sin antes encomendarnos a
la Virgen de la Quinta Angustia que guarda una de las leyendas
relacionadas con siete hermanas que peregrinaban a Santiago y fueron
milagrosamente transformándose en imágenes de la Virgen. Comienza esta
leyenda en Foncebadón, donde la mayor de las hermanas se quedó curando a
la más pequeña que tenía ampollas en los pies, de esas que atormentan a
menudo a los peregrinos para expiar nuestros muchos pecados…  

Las
otras cinco hermanas exploraron los hermosos parajes de los alrededores
del Camino, por los que se perdieron. Así que la hermana mayor para
encontrarlas al atardecer subió al pico de la Aquiana y fue entonces
cuando contempló el prodigio: sus hermanas esparcidas por diferentes
lugares del Bierzo brillaban como por arte de magia, más que las
estrellas de la Vía Láctea. Ante tal contemplación la hermana mayor
quedó petrificada allí mismo en la Aquiana, donde los pastores del lugar
le construyeron una ermita.

Cuando
las buenas gentes de esos lugares tuvieron conocimiento de tal cosa,
fueron construyendo las ermitas para las demás, allí donde fueron
encontradas. Ya hemos pasado nosotros por algunas de ellas, hablando en
anteriores reportajes, como por la Virgen de la Peña. A las otras
peregrinas se las encontró, cerca del castillo templario en Fonballa la
una,  otra en Llamas de Cabrera, otra en Valdeprado pues se extravió y
se dirigió al norte hasta el arroyo del mismo nombre y otra más en el
valle de Fornela. La ermita de la Quinta Angustia se construyó aquí en
Cacabelos para la peregrina que se quedó junto al río Cúa. Pero ¿qué fue
de la más pequeña? Ella creyó que había sido abandonada, imaginándose
ser una carga para sus hermanas. Entonces fue a esconderse a un bosque
cercano a Manzanedo de Valdueza donde también la construyeron una
ermita, la de la Virgen de los Escayos. Si os fijáis esta piadosa
leyenda de las siete Vírgenes señala los lugares míticos del Bierzo, a
los que todo peregrino debería acudir para hacer un alto en el Camino,
para visitarlos e impregnarse de su paz.

La leyenda de las siete Vírgenes señala los lugares míticos del Bierzo.

Sigamos
tras los pasos que en el año 902 llevaba Leodegundia en su peregrinar:

 “Al llegar a Cacabelos la princesa fue a ver Villabuena donde disfrutó
de descansar y visitar el palacio y a sus gentes con quienes vivió su
niñez. Y por San Clemente, a través de muchas huertas fuimos hasta un
pueblo que llaman Burbia donde se juntan dos ríos, que fue donde don
Bermudo perdió con los moros y dejó el reino a don Alfonso, el de las
dichas de conocer la noticia del sepulcro, visitarlo y protegerlo.”
   “Vexu Kamin” de D. Julián González

Así
que caminamos hasta Villafranca, para llegar a San Fiz donde dimos por
terminado nuestro Viejo Camino de Santiago, ya que aquí termina el
documento diciendo que siguieron a Santiago por:  “las sendas que vos
bien conoce en los lugares de su vida de joven junto al Señor”   San
Froilán, que era a quien iba dirigido el relato no necesitaba más
indicaciones del trayecto.

Al llegar a S. Fiz dimos por terminado nuestro Viejo Camino de Santiago, ya que aquí acaba el relato del documento.

Villafranca
, que anteriormente se llamó  Burbia junto al lugar de la derrota  de
Bermudo, Villafranca de Bucca Vallis Carceris como se la llama en el
códice Calixtino.

En
el Siglo XI se fundó el burgo de los francos Villafrancorum  de señorío
real, después de los Osorio hasta que en 1486 se creó el marquesado de
Villafranca. Hubo un tiempo en que fue capital de la provincia del
Bierzo. Ahora lo más importante para los concheiros que andamos por el
Camino es que el Papa Calixto II concedió a su iglesia de Santiago  un
privilegio por el cual, los peregrinos que no pudieran proseguir a
postrarse a los pies del Apóstol por encontrarse enfermos  ganaban el
jubileo aquí, eso sí, con tres requisitos: confesar, comulgar y rezar a
Dios por el papa Calixto y sus sucesores…

Pero nosotros después de degustar la estupenda gastronomía berciana, nos encontramos fuertes para seguir.

No
tenemos espacio aquí para contaros todas las bellezas de la ciudad
elegimos el convento de San Francisco, para rendir tributo al Santo
peregrino y a uno de los poetas más importantes que han dado estas
tierra y que descansa para siempre en este lugar, Enrique Gil y
Carrasco.

A
medio camino entre Villafranca y Cornatel junto a una  frondosa
vegetación divisamos la iglesia del antiguo monasterio de San Fiz de
Viso
, fundado en el siglo VII por S. Fructuoso, obispo berciano con
sangre de nobleza goda. Conocemos su vida gracias a S. Valerio  “Vita
Sancti Fructuosi” que cuenta entre sus hazañas la de matar un dragón que
asolaba la comarca cercana a San Pedro de Montes.

La
Iglesia actual es de finales del XII. Nos sentamos junto a su entrada
donde el guarda del monasterio  contó  que durante una de las
restauraciones se encontraron en la zona próxima al altar los restos de
gruesas paredes probablemente de una cisterna de agua y que el interior
de la iglesia fue utilizada como cementerio.

Nos
chocó el nombre del monasterio San Juan de San Feliz, parece una
repetición de nombres pero resulta que la iglesia del monasterio
perteneció a la orden de los hospitalarios de San Juan de Jerusalén y
posiblemente con anterioridad a los templarios según indican los
paneles.

En
San Fiz  los monjes regalaron al cortejo de Leodegundia: 

“vino muy
curado y unas escudillas cerradas con lo que llaman orujo y cerezas de
su huerta, también comimos botillo que tanto gusta a usted (San Foilán).
Allí nos contaron la historia del Peregrino que por no tener para la
comida y para la posada le despojaron de su tabardo y del sombrero y al
llegar a Santiago allí estaba junto al sepulcro y regresó con ellos muy
contento.”

Recordamos
que esta misma historia la contó muy bien entre música de gaitas
bercianas,  Jovino Andina en un programa de radio sobre el Viejo Camino,
en el que también participábamos nosotros.

Vimos
pasar a unos peregrinos y sentimos deseos de acompañarlos hasta el
mítico enclave del Cebreiro. Como en otras ocasiones visitar su iglesia,
recordar la leyenda griálica, rendir homenaje junto a su monumento a D.
Elías Valiña gran impulsor del Camino, contemplar las pallozas y la
arquitectura tradicional y si la climatología nos lo permitiera,
observar las magníficas vistas de las sierras do Courel y os Ancares,
pues no en vano nos encontraríamos a 1290 m. de altitud.

En
el siglo IX se fundó en el Cebreiro un monasterio regido por frailes de
San Giraldo de Aurillac durante casi 400 años. El templo prerrománico
conserva la talla de Santa María la Real de O Cebreiro, patrona de la
comarca. Si la observáis con detenimiento comprobaréis que tiene la
cabeza inclinada. ¡Es por el milagro de la transustanciación! Cuando en
la Edad Media el pan y el vino se transformaron en carne y sangre de
Jesús.

En
la capilla de la derecha veréis el cáliz conocido desde entonces como
“el grial del Cebreiro”
y las ampollas en las que aún se conserva la
prueba de la transustanciación, que fueron donadas por los Reyes
Católicos. Esto también tiene su leyenda pues la reina Isabel consciente
de la magia, trató de llevarse consigo el fruto del milagro, pero los
caballos que transportaban las reliquias se negaron a seguir cuando
llegaron a Pereje, cerca de Villafranca e Isabel comprendió así que
debía devolver lo sustraído. Milagros o física cuántica, según el gusto
de cada cual, no podéis perderos la oportunidad de rememorar estas
historias.

Pero en esta ocasión, nosotros lo dejamos aquí en S. Fiz porque la narración de  los pergaminos del Vexu Kamin aquí termina.

A
los que se animen a seguir queremos deciros que no os faltarán hermosas
historias y leyendas como las que os hemos contado y otras muchas, para
acompañaros durante este trayecto vital que también es Vía iniciática y
que una vez que volváis de Finisterre os hallaréis transformados.

 

Foto 1: Rafael Cid: Villafranca, puerta del perdón
Foto 2 : Rafael Cid: Villafranca, Sepulcro de Gil y Carrasco

Foto 3: Rafael Cid: S. Fiz de Viso

Texto y fotos de Rosa Fadón y Rafael Cid

14ª Historias…en el VCS, Buiza, Beberino, la Pola de Gordón

14ª Historias y Leyendas del Viejo Camino de Santiago en la provincia de León.
           
 Rosa Fadón y Rafael Cid 


Las coplas de “Tarna”, los escritos de Jovellanos  y la Trashumancia. 


Los peregrinos del Viejo Camino de Santiago descubren antiguos Caminos por Buiza, Beberino y Pola de Gordón

Podéis ver mejor el artículo picando sobre la foto o sobre este enlace.

Salimos de La Vid mirando de reojo la ermita de San Lorenzo, vigilando que no apareciese un pterodáctilo o descendiente del cuélebre con el que acabó milagrosamente el santo. Fuimos hacia Buiza tarareando la canción que el grupo musical “Tarna” ha recuperado del acervo de canciones tradicionales leonesas:
 “Mocinas de Cabornera
 dad con brío a los cencerros
 que ya vienen los de Buiza
 con la gaita y el pandeiro.”
Caminábamos por la collada, con el aplomo de saber que pisábamos un camino muy antiguo, una calzada romana que sube por la Pola de Gordón a Beberino  y a Buiza. En Buiza se bifurca en dos direcciones, como indica un cartel sobre el muro adosado a la antigua Iglesia o ermita de S. Antón. Una hacia Rodiezmo, que conduce a Oviedo  y la otra a Villasimpliz por donde entra el Viejo Camino de Santiago, que viene desde el oeste de nuestra provincia.

Esta última es la ruta por la que hemos venido nosotros y por la que llegaron los peregrinos medievales del Documento del año 902, que se encuentra en el libro Vexu Kamín de Julián González y que vamos citando:

“…llegamos a la Vid, donde unos ermitaños contaron lo del cuélebre. De seguido Buiza, Beberino y una Pola, pasado un puente donde descansamos en el castillo que mandara hacer y mantener el recordado don Ramiro que tantas iglesias hermosas hiciera en Asturias y León”

Tenemos constancia documental de Villasimpliz  si no en el 902, sí en una  donación real que Ramiro II concedió al Abad Severo los Villares de Villasimpliz: «et illa collata de Boiça», en el alto de la cual existió un monasterio u hospedería de la que se conservan restos y la denominación de  Alto de San Antón. Buiza fue un enclave importante, cruce de caminos en la época. Confluyen las dos rutas del Camino de Santiago, pues pasa también el Camino del Salvador, el que unía la corte de León con la antigua sede regia de Oviedo, cuya catedral está dedicada al Salvador. Era esta una etapa obligada antes o después de visitar Santiago de Compostela, que los peregrinos medievales hacían también el Camino de regreso y ya sabéis el refrán “ el que va a Santiago y olvida el Salvador visita al criado y se deja al Señor”, algo que era reprobable en aquella época.
Buiza, se cita en el testamento de Fernando I,  que en 1036 otorga esta localidad a la Iglesia Ovetense, uniendo el ámbito territorial de Gordón con su matriz diocesana asturiana, que nos habla de los orígenes del reino de León. Sus casas solariegas son testigos del esplendor de antaño, en ellas se encuentran hasta cuatro escudos de armas. Pío Cimadevilla en su libro “Repertorio Heráldico Leonés I” nos da cuenta de los cuatro, los más notables son el de Alfonso de Villafañe y el de los Álvarez Quiñones.
La iglesia es de estilo neorrománico del siglo XX, edificada en el solar de la anterior, con los fondos para las Regiones Devastadas después de la guerra civil. Fue diseñada y dirigida por el arquitecto Torbado. Se yergue en el alto de una plataforma, rodeada por la calle que conserva el nombre romano de Calzada y quizá a ella perteneció un miliario anepigráfico, que se encuentra en la Collada.
Da pena el abandono de la ermita de San Antón que amenaza ruina, aunque sirvió como iglesia mientras se construyó la actual. La otra ermita, citada también por Madoz, se encuentra en la carretera a Beberino. En ella se congregan las gentes de toda la comarca bajo la devoción a la Virgen del Valle, cada agosto, en importante romería.
En el año 1791 Jovellanos pasó por aquí y pernoctó en Beberino y en Buiza en casa de Dª Manuela, la viuda. 
En el año 1791 Jovellanos pasó por aquí y pernoctó en casa de Dª Manuela, la viuda.
Jovellanos tenía en mente un proyecto innovador, él trataba de seguir la dirección de la vía romana, después el camino real, para construir la carretera a Asturias.
En su diario escribe: 26.11.1791:

«… Aquí noche (en Buiza) en una sala con cuatro camas…. Misa en una capilla privada, que dijo un capellán llamado don Adrián…». al día siguiente: «Misa a las ocho, salida por la Collada (de Buiza); un cuarto de legua largo de subida y otro de bajada, que remata al salir de Villa Simpliz, parada aquí hasta las diez; en corto trecho Puente Tuero y el paso…, luego subida a Villamanín…».

También nosotros llegamos a Beberino, donde Pio Cimadevilla cita la existencia de dos antiguas necrópolis cercanas al pueblo junto a la “peña del Castro”. Una contiene esqueletos de caballos, la otra pertenece a un enterramiento humano, pero lo curioso es que uno de los esqueletos está enterrado en posición vertical. (Cultura prerromana). Nuevamente los castros y los romanos salen al paso … ¡Qué glorioso pasado!
Estas praderías se usaron por la Trashumancia cuando las ovejas pastaban en los puertos de montañas leonesas desde la primavera al otoño y luego regresaban a Extremadura, Recorrían unos 20 kilómetros al día por las Cañadas, que eran anchos caminos delimitados, cuya hierba pastaban las ovejas en ruta. Los pastores pasaban la noche al sereno, en fincas cercanas a los pueblos, cuyos dueños agradecidos por el abono, les agasajaban con la cena. Tenían su vida partida, unos meses en la montaña y otros lejos de su familia, eran grandes conocedores del pastoreo, al que se dedicaban de padres a hijos, organizando el trabajo con una estructura jerárquica, que permitía un conocimiento del oficio y del territorio. El Mayoral, que llevaba la contabilidad y rendía cuentas a los dueños, los Rabadanes responsables de cada rebaño, compuesto de más de 1000 ovejas, luego había otros puestos intermedios y el último y más popular el Zagal, que era quien preparaba las sopas para el desayuno y la cena. El perro mastín era un elemento indispensable, se precisaban cinco por rebaño y tenían ración de pan igual a la del pastor.
Jovellanos en 1792 comenta que se apacentaban en verano 300.000 cabezas de ganado merino pertenecientes a los Monasterios de El Paular, el Escorial y Guadalupe, con sus roperías en Truébano, Quintanilla y Beberino, respectivamente. En las roperías se fabricaba el pan para los pastores y sus perros, se almacenaban los enseres de los pastores, sal para las ovejas e incluso servía de enfermería: « En Beberino está lo que llaman Ropería de Guadalupe y un monje con sus criados que cuidan de la gran cabaña del monasterio repartida por estas montañas a veranear ».
La Trashumancia dio vida y beneficio a la montaña leonesa y a Extremadura. Aquí se ubicó la cabaña del monasterio de Guadalupe.
En la actualidad el caserón de la Ropería luce un escudo eclesiástico y un mosaico de la Virgen con la inscripción “Nigra sunt de Guadalupe” que nos ayuda a ubicarlo y recordarlo. Para nosotros fue una alegría comprobar la cercanía que existió entre León y Extremadura a través de la trashumancia y una pena pensar que esta riqueza se desperdicie. Llegaron los nuevos tiempos, los Monasterios empequeñecieron, el ferrocarril y los camiones trasladan el ganado y los pastores que tienen cabaña ganadera hacen la trashumancia a zonas más próximas.
En Beberino el patrón, San Pedro, se procesiona en su fiesta, desde la iglesia, situada junto a la carretera. Es del Siglo XVIII y se construyó a expensas de D. Bartolomé Álvarez Rabanal y su esposa. El retablo original fue expoliado durante la guerra civil. Al observar las piedras con las que se hicieron algunas casas, los arcos de sus entradas, los patios, pensamos que en algunos casos estos arcos han sido reutilizados y ya no están en su lugar de origen, como el que adorna la plaza.
Entre Beberino y la Pola de Gordón nos topamos con el puente Tornero, descendiente de otro anterior, de época romana. El que hoy vemos, es del siglo XVIII pero a unos 20 metros quedan unos ojos mucho más antiguos ¡Un puente largo, eh? . El Conde de Luna, bajo cuya jurisdicción se encontraba el concejo de Gordón, cobraba pontazgo en este puente, así que algunas gentes le evitaban tomando otros caminos, igualito que hacemos ahora cuando dejamos de tomar la autopista de peaje. Se ve que para algunos todos los tiempos son difíciles.
Blog de Excursiones de Rafa y Rosi
Blog de Asociación Camino Santiago de León“Pulchra Leonina”
Foto 1: Rafael Cid: En Buiza, dos Caminos a Santiago
Foto2 : Rafael Cid: Jovellanos en Gijón, con los autores
Foto 3: Rafael Cid: Virgen de Guadalupe en Beberino
Foto 4: Rafael Cid: Beberino

18ª Historias y leyendas del ViejoCamino de Santiago… En un lugar de las montañas de León tuvo INICIO mi linaje…

18ª Historias y Leyendas El Viejo Camino de Santiago en la provincia de León.
Rosa Fadón y Rafael Cid


En un lugar de las montañas de León tuvo INICIO mi linaje…


El apellido de los Quijada hunde sus raíces en el pueblo de Inicio, en Omaña, ¿también encontramos en él los orígenes de D. Quijote?

Para verlo más cómodamente pinchar aquí.

En ese momento los peregrinos del Viejo Camino de Santiago por la provincia de León sacamos de la mochila la documentación que nos sirve para encontrar esta antigua ruta de peregrinación. Leemos las explicaciones del arqueólogo e historiador D. José María Luengo, en su “El primitivo camino de peregrinación por las montañas leonesas” publicado en Cuadernos de Estudios Gallegos, XL,1958: “El Camino Leonés de la Montaña… cruzaría por los pueblos de Viñayo, donde hubo monasterio dedicado a Santiago, cedido por Ordoño II al obispo de León, Fruminio, y por Trascastro e Inicio en los que se ven restos de calzada que ya localizó el padre Tirso López, siguiendo por Fasgar…”
Bien, hemos andado esta ruta, que también coincide con el Documento de Leodegundia, que como sabéis seguimos en nuestro caminar y ahora nos encontrarnos con Inicio y aquí hay mucho de que hablar.

José María Luengo en su explicación del Camino Leonés de la Montaña señala Trascastro e Inicio, con la Calzada romana, que localizó el P. Tirso López.

Una vocecita me impulsaba “Cuenta tu historia, seguro que otros continuarán investigando” y se la contamos a Mar y Elena, dos amigas de Riello, que se sumaron a la etapa: La historia no es otra que la del origen de la alcurnia de Miguel de Cervantes, el autor de nuestro inmortal Quijote, que podría descender de Inicio, cuna de sus antepasados. Si consideramos el valor autobiográfico que se esconde en su obra, como creen los cervantistas, encontramos en el Relato del capitán cautivo, (libro I, capítulo XXXIX) que dice:

«En un lugar de las montañas de León, con quien fue más agradecida y liberal la naturaleza que la fortuna… tuvo principio mi linaje…».

En el Quijote, en pleno calor del verano se describen majadas de pastores, en verdes prados, con encinas y robles, castaños y hayas, arroyos y cascadas, altos montes y profundas simas. Todo esto lo hay en abundancia en la Naturaleza de las montañas de León… aquí en Omaña y Cuatro Valles ha sido catalogada Reserva de la Biosfera. Los Montes de León llegan hasta la provincia de Zamora y cerca del lago de Sanabria nos topamos con un pueblecito llamado Cervantes. Allí vimos “la casa del escritor” que decían era la casa de D. Miguel, donde pasaba gran parte de su infancia y adolescencia. Entonces conocimos a Leandro Rodríguez, que en diferentes libros, que habían constituido la investigación de toda su vida, explicaba que El Quijote relataba las rutas que partían desde Cervantes y recogía infinidad de datos del lugar, topónimos y términos que se duplicaban con los nombres de la Mancha, con los que Cervantes pretendía crear confusión.
Comenzamos a leer obras de autores que ponían en tela de juicio la corriente oficial: Leandro Rodríguez, Eutimio Martino, Hermenegildo Fuentes, César Brandariz…

«En un lugar de las montañas de León con quien fue más agradecida y liberal la naturaleza que la fortuna… tuvo INICIO mi linaje…».

Nuestras pesquisas nos condujeron a Hospital de Órbigo, pues Cervantes cita en El Quijote las gestas del Paso honroso de D. Suero de Quiñones: «Las aventuras y desafíos que tan bien acabaron en Borgoña los valientes españoles Pedro Barba y Gutiérrez Quijada, de cuya alcurnia yo desciendo en línea recta de varón…» (Q I, XLIX).

Entonces encontramos que en la Crónica del Rey Juan II se dice que Quijada, en 1435 marchó con Pedro Barba a la corte del duque Felipe de Borgoña para retar allí a dos nobles borgoñones y peregrinar de paso a Jerusalén. Es lo que recoge Cervantes.

Mientras se preparaba el combate con los hijos del conde de S. Polo, como Barba enfermó, Quijada, después de vencer a su contrincante, pidió luchar contra el oponente de su compañero, cosa que el borgoñón rechazó aterrorizado.

Leyendo a Juan de Pineda en el “Libro del Paso Honroso defendido por el excelente caballero Suero de Quiñones” encontramos que cuando Quijada asistió a las Gestas del Passo no lo hizo sólo, sino al frente de nueve gentiles hombres parientes suyos. Vemos que entre estos figuran tres con el apellido Quijada: “Rodrigo Quijada, García Osorio, su primo e Alfons Quijada” ¿Será este el antepasado del Quijote que buscábamos, el mismo D. Alonso “de cuya alcurnia desciendo por línea recta de varón”? (Q I, XLIX).

Conocimos a D. José Rodríguez Quijada, un descendiente de los Quijada, un humanista del Siglo XX, que nos habló de pintura, historia, de sus vivencias personales y hasta del programa de TV «Un millón para el mejor» que ganó gracias a sus amplios conocimientos de D. Juan de Austria ¡jugaba con ventaja, porque sus antepasados habían cuidado en Villagarcía de Campos a «Jeromín» como se le conoce en la novela del padre Coloma. Hasta allí fuimos buscando el linaje de los Quijada, que el P.Gonzalo Martínez Díez tenía detallado. D. José dijo que en los archivos de la familia se citaba a otros Quijada que jugaban y se educaban junto a Don Juan de Austria. ¿Sería uno de ellos el pariente de Cervantes? Eso explicaría que el mismo jefe de la Armada le diera cartas de recomendación que presentó, al ser apresado por los piratas.
¿A qué rama de los Quijada se referiría D. Quijote? y D. José me contestó: Busca en las montañas de León, busca en Inicio.

No fui el único, pues Octavio Ares, en la Revista de Estudios omañeses nº 5, escribe un artículo titulado “El Marqués de Inicio, Conde de Rebolledo y los Quijada parientes de la mujer de Cervantes” donde habla de la familia, la capilla y los enterramientos que poseen en la catedral de León y las armas de los Quijada, cuyo escudo puede verse en el retablo de la iglesia de Inicio.

Si como sospechan Américo Castro, Madariaga y otros, Cervantes tuviera ascendencia judía, por la persecución que estos sufrían, necesitaba ocultar su personalidad, su familia, etc. “Ya Cide Amete, no quiso ponerlo por dejar que todas las villas y lugares de la mancha contendiesen entre sí por ahijársele y tenerle por suyo” (Q II, LXXIV).

No habló Cervantes de una Mancha geográfica, sino de una “mancha simbólica”del judío o del converso, pues incluso introduce en su obra interpretaciones de mancha o manchada como ausencia de pureza de sangre. Sin embargo daría las claves para que le entendieran aquellos a los que iba dirigido el mensaje, entre ellos los nobles que le sostenían y a los que pretendía entretener.

¿Pudo un descendiente de Alonso Quijada, de las montañas de León trasladarse a Cervantes, pueblecito sanabrés en la frontera con Portugal, país que aún permitía la residencia a judíos y al que era fácil trasladarse urgentemente?
¿Qué por qué pensamos que es Sanabria la patria chica de Cervantes? En Las Actas del II Congreso Internacional de Cervantes- El Quijote en Zamora, año 1995, D.Hermenegildo Fuentes nos refiere un hallazgo muy sorprendente: Los versos acrósticos en el Quijote, que anuncian el secreto de la tumba de D. Quijote.
Justo al final de la primera parte, (Libro I, capítulo LII) a propósito de los versos encontrados en la caja de bronce dice: «donde se da cuenta, entre otras alabanzas, de la tumba de D. Quijote». Se leen las poesías y parece que no existe tal información. Sin embargo ahora lo sabemos, gracias a D. Hermenegildo Fuentes, porque esa tumba secreta se haya sutilmente escondida en unos versos acrósticos, en las sílabas iniciales de varias poesías.

Cervantes nos había dado la clave al escribir: “Las palabras primeras que estaban escritas en el pergamino…” Mirad:

EL es la 1ª sílaba de la 1ª poesía llamada Epitafio. “El calvatrueno que adornó a la Mancha…”

ES 1ª sílaba de la 2ª a Dulcinea del Toboso. “Esta que veis de rostro amondongado…”

EN 1ª sílaba de la 3ª a Rocinante. “En el soberbio trono diamantino…”

SAN 1ª sílaba de la 4ª a Sancho Panza. “Sancho Panza es aquéste en cuerpo chico…”

A 1ª sílaba de la 5ª “Aquí yace el caballero…” y
B es la primera letra de su segundo verso: “bien molido…”

R 1ª letra de la 6ª y última poesía “Reposa aquí Dulcinea…”
Y A son las dos letras iniciales de su 2º verso que dice así:”y aunque de carnes rollizas…”

Encontraréis que se lee: EL ES EN SANABRYA. ¿Qué me decís a esto?

En un cúmulo de casualidades, los que caminamos juntos Rosi, Mar, Elena y Rafael, a la semana siguiente coincidimos en León en la conferencia que Santiago Trancón y Antonio Gamoneda, nuestro premio Cervantes, impartían para la presentación del libro de Trancón, “Huellas judías y leonesas en el Quijote”.

Así que estos humildes peregrinos del Viejo Camino de Santiago por la montaña de León, os dejamos aquí un poquito de materia para debate…

Blog de Excursiones de Rafa y Rosi
Blog de Asociación Camino Santiago de León“Pulchra Leonina”

Foto 1: Rafael Cid: Con D. Quijote en Omaña
Foto 2 : Rafael Cid: Con Gamoneda, premio Cervantes y amigas de Riello.
Foto 3: Rafael Cid: Naturaleza agraciada y liberal en Omaña
Foto 4: Rafael Cid: Naturaleza exuberante en el Viejo Camino de Santiago.
Foto 5: Rafael Cid: Con Leandro Rodríguez en Sanabria