Consejos

De peregrino a peregrino…

La peregrinación andando está al alcance de cualquier persona, aunque no sea una atleta, siempre que se sepa dosificar el esfuerzo en función de las posibilidades físicas. En cualquier caso, siempre es conveniente una semana de preparación, andando con el calzado que se va a utilizar e incluso cargando algo de peso con la mochila.

Además resulta más fácil si se tienen en cuenta una serie de recomendaciones. Cada uno cuenta con sus fuerzas y sus experiencias previas, pero como peregrinos que somos, te ofrecemos nuestras indicaciones, esperando sean útiles. Por supuesto, también puedes hacernos llegar las tuyas, a fin de compartirlas y mejorar la preparación para la experiencia de los futuros peregrinos.

LA MOCHILA:

¿Sabe que lo más recomendable es llevar un peso de, aproximadamente, la décima parte de su cuerpo, con un máximo de unos 9 kilos? ¿Sabe que para eso tendremos que dejar muchas cosas que en nuestro día a día en la ciudad nos parecen esenciales?

Venga, no se desanime. Seleccione lo que se va a llevar y, después, cuando compruebe que supera el peso, reseleccione. Todo lo llevaremos en una mochila y en una riñonera, de forma ordenada y en bolsas de plástico. Lo más pesado, abajo, y pegado a la espalda.

La mochila preferida es la que se puede ceñir al cuerpo, con sujección a la altura del pecho y de la cintura, de forma que no oscile. Además, evitaremos llevar «colgando» cosas, como el saco. Lo mejor es que todo este bien asegurado y fijado.

LA DOCUMENTACIÓN:

DNI o pasaporte, tarjeta sanitaria o seguro médico, y la Credencial del Peregrino, que conseguiremos a través de las Asociaciones del Camino y en los principales albergues. También, tarjeta de crédito (dinero en metálico solo lo necesario para dos o tres días, nunca para todo el Camino).

La Asociación de León os facilita las credenciales en la sede, en el momento, tras rellenar una breve solicitud, y además, adjuntamos un perfil orográfico e información de las distancias y servicios disponibles en todas los lugares del Camino desde León a Santiago. Recuerda nuestro horario, de lunes a viernes, de 11 a 13 horas por la mañana, y de 18 a 20 por las tardes.

Si no puedes pasar en este horario, no dudes en llamar o escribirnos un correo electrónico, y te facilitaremos más opciones.

SACO DE DORMIR:

Imprescindible si piensas usar los albergues de peregrinos. Son más adecuado los de formato compacto. Si haces el Camino en verano, y en especial el Camino Francés, plantéate llevar además una esterilla para evitar el contacto directo con el suelo en caso de que no queden camas libres en los albergues. Afortunadamente, cada vez hay más albergues y mejor acondicionados, pero esta circunstancia sigue pudiendo presentarse.

ROPA:

Poca, dos o tres juegos de cada pieza, 3 pares de calcetines (cuide de que no hagan arrugas cuando se los ponga), un jersey y chubasquero o capa que en caso de lluvia pueda tapar también la mochila. Gorra, guantes, un traje de baño… según época del año.

CALZADO:

Otro de los elementos imprescindibles. Deportivas o botas que no sean nuevas y con las que se encuentre cómodo. En la actualidad hay multitud de modelos de trekking, pero en todo caso, un buen par que nos queden bien y que hemos usado con anterioridad. Lo ideal es una bota de tejido ligero y que permita la transpiración, que proteja los tobillos de los esguinces y facilite caminar entre piedras y barro.

Para el refugio y la tarde, unas sandalias o chanclas en verano, que podamos usar en la ducha y que nos permitan posteriormente tener los pies secos al aire. Pueden ser otras deportivas cómodas en el resto del año.

OTROS:

Siempre hay que llevar un poco de comida encima, sobre todo frutos secos, fruta o chocolate, y la cantimplora llena.

Se puede llevar un pequeño botiquín: Aspirina, vaselina o similares (para los pies, antes de ponerse los calcetines por la mañana), crema hidratante (para los pies, por la tarde tras lavado y secado), crema para el sol (primavera y verano), tiritas, … pero tenga en cuenta que en los lugares por los que pasa el Camino también hay farmacias y médicos, y que están muy al día de las dolencias habituales de los peregrinos. Recurra a ellos, no se arriesgue con curas de amigo.

COSAS PRÁCTICAS:

Más esenciales: Una toalla (en la actualidad, los tejidos de microfibra son lo más adecuado por su pequeño tamaño, poco peso, gran absorción y fácil lavado y secado), bote pequeño de jabón y champú, sombrero o gorra, botella pequeña de agua o cantimplora, que iremos rellenando en las fuentes potables, juego de cubiertos, taza, bolsa de aseo, un pequeño cuaderno de notas, algo para escribir, una funda para almohada, una guía del camino, una tarjeta de teléfono o móvil con su respectivo cargador y, por supuesto, mucho ánimo y buen humor.

Otras cosas prácticas (si se desea): jabón para lavar la ropa (1/2 pastilla es suficiente), crema repelente para los mosquitos, desinfectante, gasas, aguja e hilo, pequeño libro para reflexionar, cortauñas, linterna, bastón y pinzas para tender la ropa.

¡Y VAMOS!

Aunque en los primeros días es natural que se planteen frecuentes dudas y temores, que incitan al desánimo… *porque Santiago queda lejos … hay que tener siempre presente que se hace Camino al andar. El conocimiento y consideración de las limitaciones personales, junto con una buena aclimatación durante la primera semana despejarán todas estas dudas y temores iniciales.

Procura caminar pocos kilómetros al principio (no más de 15 – 20 km); a partir del quinto o sexto día se podrán ir aumentando los kilómetros de las etapas, pero nosotros no recomendamos más de 25 – 30 km diarios, a fin de evitar sobreesfuerzos, lesiones y sobre todo, poder descansar y disfrutar del Camino.

Sin duda alguna, el peor obstáculo para los peregrinos son sus propios temores y dudas. Pero has de saber que aquí estamos para ayudarte, y una vez que des el primer paso, estamos seguros que el siguiente será mucho más fácil.

¡Ultreia!

Anunciantes:

Colaboradores: