Premio «Elías Valiña»

Elías Valiña Sampedro, conocido como “el cura del Cebreiro”, nació en la aldea de Mundín, parroquia de Santa María de Lier (Sarria, Lugo) el 2 de febrero de 1929 y falleció el 11 de diciembre de 1989. Fue un sacerdote y escritor español.

Para muchos es el gran impulsor del auge de las actuales peregrinaciones a Santiago de Compostela que se viene experimentando desde las dos últimas décadas del siglo XX, especialmente desde el Jacobeo de 1993.

En su honor se crea en 1996 el Premio «Elías Valiña» por parte de la Xunta de Galicia, de carácter anual, «para premiar el esfuerzo revitalizador y promocional de los caminos de Santiago en el ámbito de las asociaciones e instituciones jacobeas». 

El pasado 9 de noviembre de 2022, y después de algunos años de espera, se concedió el XXII PREMIO ELÍAS VALIÑA, a la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León ¨Pulchra Leonina’, para distinguir la labor revitalizadora de los valores propios de los Caminos de Santiago. En esta ocasión el premio es compartido con el Círculo Chileno de Amigos del Camino de Santiago de Compostela.

Peregrino de la asociación de León

La Junta Directiva de la ¨Pulchra Leonina¨ se ha mostrado profundamente agradecida con este premio y hacen constar que la asociación  «nació en 1995, con un marcado espíritu jacobeo, enfocado a la acogida del peregrino» y que ahora trabajan en una intensa programación relacionada con la Ruta Jacobea y su impacto en la sociedad leonesa.

Esta asociación, que acaba de cumplir 27 años y cuenta ya con más de 600 socios, con un ámbito de actuación enfocado al Camino Francés, desde Sahagún hasta Hospital de Órbigo, pero «sin menoscabar la atención que prestamos a otros caminos de Santiago por la provincia de León», agradece la concesión de este premio como un reconocimiento a la labor de tantos años, encabezada por los presidentes que que desde 1995 han trabajado por y para la asociación: Amelia Portillo, Beatriz Gallego, Luis Gutiérrez y Anselmo Reguera, y a todas sus Juntas Directivas. Pero no nos quedaremos ahí, y ahora nos toca seguir con la labor de merecer el premio.

Seguimos. ¡Buen Camino!