Crónica de la visita a Cacabelos y Magosto en El Bierzo.

Domingo, 9 de noviembre de 2025

Entre las últimas actividades peregrinas del año, programadas por nuestra Asociación de Amigos del Camino de Santiago “Pulchra Leonina”, el pasado día 9 de noviembre tuvo lugar una visita cultural a Cacabelos con el previsto colofón de un magosto berciano.

La mañana era fresca y los campos aparecían blanquecinos por la helada. A medida que nos acercamos al Bierzo, la niebla surgió como un río en movimiento, mostrándonos sobre ella las montañas nevadas.

Ya en Cacabelos, nos acogió con afecto Raimundo, el coordinador del albergue municipal regentado por Hospitaleros Voluntarios, para mostrarnos los emplazamientos más significativos de la localidad.

Comenzamos tomando el café matinal, algunos con churros, en una plaza Mayor muy concurrida por ser día de mercado y, ya desperezados, iniciamos vínculos con charlas y anécdotas.

Reanudamos la jornada con la visita a la Capilla de San Roque, edificio empedrado del siglo XVII, cuyo interior nos dejó sorprendidos por su retablo y pinturas y que acoge una imagen de San Roque “sin su perro”.

Nos dirigimos después a la iglesia de Santa María de la Plaza. Destacan sobre la puerta principal una imagen de la Virgen del siglo XIII y en el interior un Cristo crucificado del siglo XIV.

Para finalizar la visita artística nos acercamos al santuario de la Virgen de las Angustias en cuya construcción, del siglo XVIII, influyeron los peregrinos que iban a Santiago. El retablo mayor fue realizado por los maestros Miguel Núñez y Juan Rodríguez. Cuenta con un órgano de gran valor artístico, fechado en 1828.

Bordeando la Iglesia se encuentra el albergue municipal de peregrinos Santuario de la Quinta Angustia que tiene una disposición en semicírculo, y alberga treinta y cinco habitaciones dobles ordenadas y nombradas según las localidades por las que pasa el Camino Francés.

Por último, nos dirigimos al yacimiento arqueológico del Castro Ventosa; para acceder a este hubimos de realizar una extensa caminata por un suelo húmedo y pedregoso en la que pudimos contemplar unas maravillosas vistas otoñales de campos y viñedos, así como del valle próximo, y pudimos volver a sentir ese vínculo peregrino entre nosotros.

La comida fue alegre y anecdótica y bulliciosa.

Finalizamos con el esperado magosto probando las exquisitas castañas asadas ante nosotros al modo tradicional, aunque sin filandón de cuentos.

Y como en todo final de cada etapa del Camino, quedaba el regreso a casa, rematado con el canto del himno de la asociación, y deseando su repetición en el próximo año.

Texto: Josefina Fernández.

Fotos: Ino Marcos, Mª Ángeles Zayas, Félix Busto y Juan José Robles.